Concienciación en seguridad- La fórmula ganadora

Concienciación en seguridad- La fórmula ganadora

Admitámoslo, la prevención de los riesgos laborales no es uno de los temas que más “sex appeal” tiene en las empresas. Tampoco tiene el mismo glamour como temas de actualidad, dígase, la inteligencia artificial, el blockchain, the internet of things o el big data… al menos hasta la irrupción del coronavirus. Ni siquiera es un tema que genera tendencia en las redes sociales, ni hashtags obsesivamente compartidos. Encima, los profesionales que se dedican a la noble causa de garantizar nuestra seguridad y salud tampoco disfrutan de un reconocimiento o una estima social comparable con profesionales de otros campos. 

Si los comparamos fríamente con otros técnicos, responsables o Directores/as, aumenta mucho más el “WOW-Factor” poder decir que eres Director/a de estrategia empresarial, de finanzas, de transformación digital y disrupción, innovación y desarrollo. 

Al mismo tiempo podemos aseverar que el departamento/área de PRL dispone en, no pocas ocasiones, de muy escasos recursos económicos-humanos y tienen que pelear 10 veces más para que su trabajo salga. Existe porque la ley lo exige pero con un peso muy relativo en la toma de decisiones. No es justo.

A la vez, resulta desconcertante escuchar y leer los grandes eslóganes en las entradas acristaladas y relucientes de las empresas, en sus páginas web y en sus campañas de marketing interno y externo: “El principal valor de nuestras empresas son nuestros trabajadores”, “Lo más importante son las personas”, “Safety First”, “People first”, safety, people, safety, people, safety, …. lógicamente quedaría mal decir lo contrario. En fin, ese es el “dicho”.

En fin, ese es el “dicho”. Pero hasta el “hecho” hay mucho trecho. El “hecho” es una realidad no tan entusiasta y con menos eslogan puesto en práctica. El día a día es: más cartelería y decálogos y menos acciones concretas. 

Siendo justos, también es cierto que la seguridad laboral ha experimentado una incuestionable mejora a lo largo de los últimos años en todos los ámbitos. También es lógico que en los sectores de alto riesgo (nuclear, químicos, petroquímicos, …) el panorama es bien distinto pudiendo palparse un nivel de concienciación real y abrumador. Y como no, siempre hay excepciones a la regla con empresas punteras en seguridad, exhibiendo unos niveles de concienciación, responsabilidad y compromiso muy considerables. Y eso es justamente lo que hace falta: concienciación, responsabilidad y compromiso. En todos los niveles de la organización.

En nuestro trabajo como consultores en liderazgo y gestión de equipos, nos hemos especializado – entre otras cosas – en impulsar la cultura de seguridad de las empresas. Llevamos años desarrollando proyectos globales, formaciones puntuales y reiterativas, workshops para distintos niveles y colectivos, pruebas psicotécnicas, videos de concienciación, etc. en distintas empresas y sectores.

Si se aspira a tener el máximo impacto a largo plazo, esos tres conceptos: concienciación, responsabilidad y compromiso son parte de la fórmula ganadora. La otra parte es trabajarlos en cascada: Dirección, Mandos Intermedios y Operarios – siempre de la mano del Dpto. PRL.

Haber desarrollado proyectos de envergadura en distintas empresas sabemos que – tras el seguimiento – los indicadores relacionados con la seguridad siempre han ido mejorando: refuerzo real del departamento de PRL (más RRHH), maquinaria más segura, puesta en marcha de nuevas iniciativas (paseos de seguridad), reducción de tasa de accidentes en un 20% durante el primer año después de las intervenciones, menos bajas por enfermedad, menos gasto en procesos judiciales, mayor apoyo y presencia de la Dirección en temas relacionados.

Claro, no es magia conseguir esos resultados, es trabajo. Y, sobre todo, es un trabajo bien dirigido, enfocado, poniendo la atención en los aspectos que consiguen esas mejoras, …es un trabajo constante y un compromiso compartido por todos. Para obtener estos resultados, quedan prohibidos esos típicos arranques de “ahora sí todos a por la seguridad” durante 1 mes para luego disiparse en un mar de otras urgencias y prioridades. La apuesta por la salud y seguridad no debe ser una moda pasajera, tiene que ser un compromiso hecho realidad.

Naturalmente siempre hay momentos y motivos para realizar acciones puntuales, eventos, iniciativas concretas con un impacto inmediato; siempre se pueden y se deben de hacer. Pero alcanzar un nivel de madurez alto de la cultura de seguridad implica una mirada a largo plazo. 

Puede parecer tedioso y poco glamuroso pero los resultados son relevantes y acreditados: seguridad, productividad y rentabilidad. El caso de Alcoa es uno de los casos más notorios, como ya hemos señalado en este artículo. Pero también las investigaciones de la empresa DuPont fueron toda una revelación al respecto. Se vio claramente que las factorías más inseguras – en términos de tasa de accidentabilidad – también eran las menos productivas. Por lo contrario, las factorías más seguras también eran muy superiores en cuanto a productividad y rentabilidad. Puro sentido común, ¿verdad?

Sin duda alguna, con la experiencia del coronavirus la seguridad en el trabajo ya está experimentando una revalorización positiva en el entorno empresarial. Invitamos a aprovechar ese momento crítico para darle un nuevo impulso a su cultura de seguridad. Sus trabajadores, cuentas de resultados, accionistas, etc. se lo agradecerán … y su glamour también. 


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